Carlos Sanz fue una persona deportista durante toda su vida. Con una vida ordenada como la de cualquier otra persona, siempre tuve el deporte como uno de mis pilares en la vida. El deporte algo que te obliga a tener constancia, sacrificio y esfuerzo, si quieres estar entre los mejores.
Fui árbitro de fútbol y llegué a estar durante cuatro temporadas como árbitro asistente de Primera División. Instalado en la élite, cuando todo estaba a mi favor, en el verano del año 1998, el virus «C» de la hepatitis, me obligó a tener que dejar el arbitraje, lo que más quería, y tener que pasar por el quirófano para ser trasplantado de hígado. Ese 12 de octubre de 1998 fue una fecha clave para mi vida. Todo por lo que había luchado desde que tenía 17 años, todas esas ilusiones por ser el mejor en el arbitraje, quedaban truncadas de repente.
Y ahora lo importante era darle un sentido a esa nueva vida. Tenía que ordenar las ideas y ver cómo quería acometer el futuro. Un futuro que se hizo presente sin darse cuenta. Dejado el arbitraje de élite, no podía hacer lo mismo con el deporte. La fortuna me llevó a conocer unas Competiciones que existían para deportistas trasplantados. Eso me impulsó a comenzar los entrenamientos y prepararme para hacer atletismo. El deporte en ese momento me ayudó a volver a sentir todo cuanto había dejado de lado, olvidado. Las primeras sensaciones corriendo a los tres meses del trasplante fueron difíciles de trasmitir. Volver a correr, era algo que por momentos pensé jamás podría hacer. Poco a poco fui encontrándome mejor físicamente. Sesiones de gimnasio, carreras de fondo, jornadas de pista. Cuando todo estaba más o menos en orden, entre agosto de 2001 y junio de 2002 tuve que dejar todo y ser trasplantado en tres ocasiones más.
Al año de recibir el cuarto trasplante, competí en Francia, consiguiendo una Medalla de Oro en los Campeonatos del Mundo para Deportistas Trasplantados.
Y la trayectoria deportiva fue haciéndose mayor conforme iba avanzando el tiempo. Desde entonces hasta ahora muchos han sido los éxitos personales en el deporte. Medallas, campeonatos, reconocimientos, trofeos…….Muchas cosas que te ayudan a trabajar un poco más cada día con el ánimo de ser mejor que el día anterior.
Pero paralelamente a mi actividad deportiva, en el año 2002 me pongo al frente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Aragón. Comenzaba una labor totalmente desconocida para mí. Pero sin darme cuenta me vi obligado a liderar el proyecto, un proyecto que no tenía nada y que no sabía cómo conseguir lo que quería conseguir. Pero con trabajo, constancia y esfuerzo, los mismos valores que me pedía el deporte, conseguí poco a poco cubrir las necesidades que se planteaban al colectivo de enfermos hepáticos y pacientes trasplantados.
Piso de acogida, revista, servicios de fisioterapia, rehabilitación, psicología, asesoría fiscal, jornadas médicas, conferencias,… Estas y otras actividades se pusieron en funcionamiento totalmente gratuitas para los usuarios. El trabajo pronto tuvo su reconocimiento y en 2003, me sumo al proyecto de la creación de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos por un grupo de Presidentes de Asociaciones Regionales.
Y el destino me depara el hacerme cargo y ponerme al frente como Presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH).
Pero paralelamente a mi actividad deportiva, en el año 2002 me pongo al frente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Aragón. Comenzaba una labor totalmente desconocida para mí. Pero sin darme cuenta me vi obligado a liderar el proyecto, un proyecto que no tenía nada y que no sabía cómo conseguir lo que quería conseguir. Pero con trabajo, constancia y esfuerzo, los mismos valores que me pedía el deporte, conseguí poco a poco cubrir las necesidades que se planteaban al colectivo de enfermos hepáticos y pacientes trasplantados.
Paralelamente, en febrero del año 2008 nace mi proyecto, mi sueño. La Fundación Carlos Sanz.
Una organización sin ánimo de lucro en la que poder canalizar mi experiencia, y cuyo objetivo principal es la difusión de la donación de órganos para salvar vidas.
Nunca dejes de creer en ti.
Se trata de una charla motivacional orientada hacia un público joven, escolares y alumnos de instituto en la que se les invita a descubrir y valorar su realidad.
Deporte y solidaridad.
Esta charla, pensada para un colectivo grande, muestro una visión de la solidaridad a través de los valores que se transmiten en el deporte tal y como yo los he vivido.
La vida en un suspiro.
En esta conferencia explico cómo las circunstancias de mi vida me obligaron a desaprender y a diferenciar lo verdaderamente importante de nuestra existencia.
Si estás interesado en contratar alguna de las conferencias de Carlos Sanz Hernández ponte en contacto con nosotros.
Ya sea en formato de charla única o como parte de una jornada de trabajo de tu empresa.
Contactaremos contigo para conocer los aspectos que te interese destacar y estudiaremos de qué manera aplicarlos y transmitirlos con el ejemplo de Carlos.
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2004
‘Las cuatro vidas de Carlos’ es una película que forma parte de la serie documental ‘Hay que Vivir’, creada por TVE (Televisión Española).